Meditación y la Mente en Blanco

Muchas veces cuando escuchamos la palabra meditar pensamos en monjes con cabezas rapadas, personas sentadas en soledad en el pico de la montaña o levitando.

Hay muchos mitos alrededor de la meditación y muchas veces se le asocia con algo religioso o místico.

A lo largo de mi camino en el yoga y meditación me he encontrado con personas que tienen diferentes creencias acerca de la práctica de meditación pero una de las más comunes es pensar que "para meditar tienes que poner la mente en blanco".

Déjame decirte que esto está muy alejado de la realidad, como practicante de la meditación no puedes apagar tu mente como se apaga el interruptor de luz.

Para meditar no hace falta mucho, ni siquiera poner la mente en blanco; tratar de hacer esto solo nos causaría frustración ya que la naturaleza de la mente es estar en constante movimiento de un pensamiento a otro procesando información, sensaciones y emociones que percibimos a través de los sentidos.

En algunas tradiciones se compara a la mente con un mono que salta incontroladamente de rama en rama, del futuro al pasado, del pensamiento a la emoción, del sonido a la vista, sin asentarse nunca en el presente y si intentas forzarla para que se tranquilice solamente conseguimos agitarlo más y terminas más cansado y frustrado que antes, de hecho tenemos que practicar ser amables y pacientes con nuestra mente, de esta manera lograremos que se relaje de forma natural en el momento presente

Si nos vamos directamente a la definición de meditación en el diccionario encontraremos algo parecido a esto: "aplicar el pensamiento con profunda atención en algo", en otras palabras la meditación es conocerte a ti mismo con tus pensamientos, emociones, sensaciones, sentimientos, actitudes, etc.

La practica de la meditación implica hacer volver a la mente al presente, a un solo foco de atención, ya que normalmente estamos atrapados en las cosas que suceden en el exterior: la pandemia, el clima, la crisis económica, calentamiento global, etc.

Cuando logramos aunque sea por un momento con dirigir toda nuestra atención hacia nosotros mismos en lugar de dirigir la atención hacia afuera en las demás personas o hacia el mundo externo, esto da como resultado que algunas partes de tu corazón y tu mente que no conocías gradualmente se convierten en una parte natural de lo que eres y como ves el mundo.

Como lo dije antes, la meditación es la práctica de concentrar la atención en un objeto como: la respiración, una frase, un mantra, etc. Cuando hacemos esto hacemos, limitamos los estímulos que bombardean el sistema nervioso y en el proceso, tranquilizas la mente "Y ¿Cómo la practico?"

Puedes empezar haciendo esto:

1. Busca un lugar tranquilo en el que no haya ruido y puedas estar solo 2. Siéntate cómodamente con la espalda recta, puede ser en el suelo, una silla o sillón 3. Cierra tus ojos, respira profundamente por la nariz y relaja el cuerpo lo más que puedas 4. Observa tu respiración, observa como te vas sintiendo. Pon atención a todas las sensaciones que produce esta practica 5. Si tu mente viaja al pasado o al futuro, no te juzgues ni te critiques, regrésala amablemente al presente y sigue observando todo lo que esta sucediendo en este momento. Entrégate a la práctica sin expectativas 6.

Mantén esta meditación al menos 5 minutos, cuando estés listo abre los ojos y levántate lentamente para continuar con tu día. Recuerda que la naturaleza de la mente es inquieta, los pensamientos van a ir y venir, eso está bien! Solo no pierdas el objetivo, la idea es volver al presente por medio de nuestro objeto de meditación, nuestro enfoque (respiración, frase, mantra, objetos visuales, etc) entre más pase esto, tu cerebro se irá volviendo más experto en regresar al presente, lo que resultara en una mayor concentración en tu vida diaria que trae consigo bienestar en todos los sentidos La meditación es el camino a descubrir quienes somos realmente, es el camino para descubrir que somos amorosos, compasivos y tolerantes, virtudes que antes no sabíamos que teníamos. Practicar la meditación es nuestra oportunidad de tener una vida virtuosa, con conciencia y disfrutando el momento presente lo que nos lleva a una felicidad incondicional y absoluta.

Autora: Vannessa Páez

Instructora en Gestamor Internacional