Gestamor International

3 Min. de lectura

Gestamor International

1 Min. de lectura

Día mundial de la Infertilidad

Miles de personas por todo el mundo enfrentamos la infertilidad. Enfermedad que se ha convertido en un tema tabú al mezclarlo con los dogmas socioculturales, la religión, el condicionamiento del valor de una mujer por ser mamá, una sociedad patriarcal y la desinformación. Para entender mejor los tabúes que rodean a esta enfermedad te invito ahora a seguir leyendo este blog.


Tabú: Si buscas su significado en el diccionario puedes encontrar la siguiente definición: “Conducta inaceptable para una sociedad”.


Por más duro que sea la infertilidad es un tema tabú.


Es incomprendido, rechazado y juzgado. Este escenario ocurre, entre otras cosas, porque la habilidad de procrear se da por sentado. Reproducirse se considera una función básica.


Se vuelve lógico porque nos enseñan desde chicos que nacer, crecer, reproducirse y morir es el ciclo de la vida y lo adquirimos como dogma.


Desde pequeños nos educan a cuidarnos para evitar embarazos no deseados. Escuchamos historias de cómo aquellos adolescentes serán padres perdiendo la virginidad. Y pensamos que es cuestión de “soplar y hacer bombitas”.


Así crecemos pensando que si la maternidad resuena en nuestras vidas, es sólo intentarlo sin un método anticonceptivo y ¡Ya está! ¡Abracadabra!


Y vienen las frases que nos repiten y no cuestionamos: el tiempo de Dios, Dios sabrá el momento, Dios tiene el control, Dios sabrá por qué no le manda hijos...


Cuando mezclamos un dogma sociocultural, la religión, el condicionamiento del valor de una mujer por ser mamá y una sociedad patriarcal obtenemos como resultado: una enfermedad distorsionada. Y no queda más remedio que aceptar que la infertilidad está cargada de miedo, de vergüenza y culpa.


Es esperable, por ende, que cuando se nos dificulta concretar un embarazo y llevarlo a término, sintamos que venimos con una “falla” porque además al tener una connotación espiritual no entendemos por qué nosotras no podemos... ¿Será que no lo merezco?¿Seré mala persona que Dios no quiere enviarme hijos?


Súmale que los demás alrededor no entienden cómo a aquella parejita tan linda les cuesta tanto ser padres. Y llega el cuestionamiento, las preguntas incómodas y la presión, porque no están acostumbrados a ver esta enfermedad como algo normal y por ende, no saben como tratar a alguien que la padece, sea hombre o mujer.


Y la verdad es que para los seres humanos, empatizar con lo que no estoy viviendo, cambiar paradigmas y cambiar esquemas mentales puede ser muy complejo.

¿Injusto y duro para el que lo vive? ¡Por supuesto!


Ni qué decir de los mitos asociados a los tratamientos de reproducción asistida donde se juzga terriblemente duro a las personas que buscan simplemente tratar su enfermedad.


Piensa en esto: ¿Le dirías a una persona diabética no te inyectes la insulina porque la voluntad de Dios es que te mantengas enfermo?


La infertilidad muchas veces se carga en silencio. Porque incluso cuando decidimos contar seguimos recibiendo cuestionamientos y sugerencias que no hemos pedido.


Se vuelve un cruel escenario tener que vivir algo tan complicado en soledad y sin empatía.


¿Cuál debería ser la lucha?


Primero, entender que la infertilidad es una enfermedad tal y como cualquier otra; una enfermedad que tiene una causa científica, que puede tratarse e incluso curarse. Y que padeciéndola simplemente formamos parte de una estadística al igual que quien padece de diabetes, de hipertensión o de artritis. Al quitarle la connotación social y religiosa, nos ayudamos a acomodar las emociones relacionadas e incluso bajar ese resentimiento con Dios.


En segundo lugar, como sociedad, dejar de preguntarle a las parejas cuándo van a ser papás y evitar dar sugerencias que no nos solicitan, no opinar sobre algo que no se conoce, abrir la perspectiva, ampliar horizontes, y simplemente estar para aquellas personas que nos abren su corazón y nos cuentan algo tan delicado.


En tercer lugar, empezar a hablar más naturalmente de esto. Soltar. No tienes que contarle a todo el mundo pero puedes escoger a ciertas personas para que no tengas que pasar por esto en soledad.


La invitación a cambiar el esquema mental queda. ¿Te apuntas?


Ahora cuéntanos en los comentarios ¿Qué piensas sobre la infertilidad?.


Autora: Flora Barquero León.


DERECHOS RESERVADOS GESTAMOR INTERNACIONAL 2023
Sitio Web desarrollado por Made by Josie